La picosa

  ¿Cómo tomar tu FURIA? 1. ¿Qué tipo de viking o   eres? ¿Un guerrero experimentado? ¿Un veterano en los campos de batalla? ¿O tal vez un joven aprendiz en el arte de la lucha? Antes de seguir, reflexiona sobre tu respuesta, pues la magia de "LAS FURIAS" , ese elixir ancestral, tiene efectos diferentes sobre cada vikingo, dependiendo de su temple y su resistencia. Algunos, como los más viejos y sabios guerreros, poseen una resistencia férrea contra los encantos de este poder místico, fruto de años de batallas y victorias. Su cuerpo, curtido por el tiempo, es capaz de tolerar la fuerza de "La Furia" sin ceder ante su embrujo. Otros, sin embargo, más inexpertos, caen bajo su influencia con solo un par de sorbos, como si fueran jóvenes reclutas frente al rugido de una bestia salvaje. Para los jinetes veteranos, los que han cabalgado con valentía a través de mares y tormentas, es posible tomar una furia entera sin que su fuerza se vea comprometida. Las viejas historias ...

  La Furiosa. En los días más oscuros del invierno nórdico, cuando los vikingos luchaban no solo contra sus enemigos, sino contra el frío implacable de los cielos, había quienes buscaban una bebida que despertara la furia de sus corazones y encendiera la pasión por la lucha. La Furiosa es esa cerveza, un elixir que combina la doblé  intensidad del lúpulo   y la explosión de los frutos rojos, una mezcla digna de los guerreros más fieros y desafiantes. El vino, profundo y misterioso como las antiguas leyendas de los dioses, abre el camino con una suavidad que engaña antes de desatar su fuerza, como un rugido en la distancia que se acerca con rapidez. La canela, cálida y picante, añade el ardor de una batalla inesperada, encendiendo el alma con su toque incendiario. Y los frutos rojos, con su dulzura vibrante, son como los ecos de victorias pasadas, un recordatorio de que, tras cada lucha, hay un festín por celebrar.

  La Berraca. En las tierras frías y salvajes del norte, donde los vikingos forjaron su destino con sangre, sudor y acero, existía una bebida tan audaz y feroz como ellos mismos. La Berraca es esa cerveza: un brebaje que desafía los límites del sabor y la tradición, creando una mezcla tan intensa como las batallas libradas bajo el sol de medianoche. Con la profundidad del whiskey, la robustez del café y el dulzor terroso de la panela, esta cerveza es para aquellos guerreros que no temen ir más allá, buscando el sabor de la victoria en cada trago. El whiskey, con su fuego inquebrantable, enciende los sentidos como una antorcha en la oscuridad de la tormenta. El café, fuerte y audaz, nos recuerda las largas noches junto al fuego, cuando los vikingos contaban historias de sus hazañas mientras la madrugada aún era joven. Y la panela, con su dulzura rústica y terrosa, aporta la sabiduría de la tierra misma, un recordatorio de que incluso los guerreros más fieros necesitan un respiro pa...

  La Serena. En un rincón apartado del vasto océano, donde los vikingos solían encontrar refugio después de largas travesías y feroces batallas, existía una bebida que calmaba el espíritu de los guerreros y les traía la serenidad necesaria para la próxima conquista. La Serena es ese elixir, una cerveza artesanal que nace de la armonía entre el frescor vibrante del limón, la suavidad de la hierbabuena y la energía de la cachaza, tres ingredientes que evocan el equilibrio entre la naturaleza y la fuerza indomable de los vikingos. Al igual que el viento que acaricia las costas en las tardes despejadas, La Serena refresca y revitaliza. El limón, ácido y refrescante, corta la fatiga de un día largo de navegación, mientras que la hierbabuena ofrece un toque fresco y aromático, como las hierbas que crecen en los campos vírgenes de las islas del norte. La cachaza, ese néctar ardiente que evoca la fuerza de la tierra misma, le otorga el carácter audaz de un guerrero dispuesto a enfrentars...

                                                                   La Empoderada.  En las tierras salvajes donde el viento gélido azota las costas y las olas rompen con furia contra las rocas, los vikingos sabían que solo una bebida verdaderamente poderosa podría acompañar a los guerreros más valientes en sus largas travesías. La Empoderada es esa cerveza: un brebaje forjado en la esencia de la fuerza, la determinación y la nobleza, digno de los grandes líderes que guiaron a su gente a través de mares tormentosos y batallas sin fin. Con cada sorbo de La Empoderada , se desata una ola de sabores que reflejan la sabiduría y resistencia de un clan unido. El café, oscuro y enigmático, recuerda las noches frías junto al fuego, cuando las historias de antiguos dioses y héroes se cuentan hasta el amanecer. La avena, con ...

  La Quemona.  En los fríos fiordos del norte, donde las noches interminables se iluminan solo por el resplandor de los relámpagos y el fuego en las grandes hogueras, existe una cerveza que desafía tanto al hielo como a las sombras. La Quemona es una bebida que nace de la unión mística entre lo ácido, lo amargo y lo ardiente, una mezcla forjada para los vikingos más audaces, aquellos dispuestos a explorar los límites del sabor y la pasión. En cada trago, La Quemona se revela como una tormenta imparable: la frescura y vitalidad de la naranja se entrelazan con la profundidad y el misterio del café, mientras que el toque de vodka arde como un fuego ancestral, llevando consigo la fuerza de los dioses del norte. Este elixir no es para los débiles, sino para los guerreros que buscan algo más que una simple bebida: buscan la sensación de ser quemados por la intensidad de la vida misma.

 La seductora. En las vastas y agrestes tierras donde los vikingos forjaron su destino, existía una bebida que no solo saciaba la sed de los guerreros, sino que también despertaba una pasión tan ardiente como la forja de una espada. La Seductora es esa cerveza, un elixir que cautiva con la misma intensidad con la que un líder conquista nuevas tierras. Nacida de la combinación perfecta entre malta caramelizada y lúpulo, su sabor profundo y envolvente es un canto suave, pero poderoso, que desafía la furia de los mares y la brutalidad de las batallas. Cada sorbo de La Seductora es como un encuentro inesperado en un banquete vikingo: dulce y tentadora, pero con una complejidad que seduce hasta al más implacable de los guerreros. La malta caramelizada, con su sabor suave y cálido, se entrelaza con el lúpulo, que aporta un toque herbáceo y floral, como las leyendas de los antiguos dioses nórdicos que cautivaban a quienes osaban escucharlas.

  La Picosa En las tierras ásperas y gélidas del norte, donde el sol se oculta por días y las tormentas rugen como dragones en furia, los vikingos sabían que solo los sabores más intensos y audaces podían igualar la ferocidad de sus corazones. La Picosa , una cerveza artesanal como ninguna otra, nace de esta tradición de valentía y poder. Un brebaje que mezcla lo mejor de dos mundos: la tierra ancestral de los vikingos y el cálido abrazo del sol mexicano. Con la fuerza de un cuerno de hidromiel y el espíritu indomable de un guerrero, La Picosa combina el toque ardiente del chile, la frescura cítrica del limón y el vigoroso aliento del tequila, creando una experiencia sensorial tan explosiva como una incursión en tierras lejanas. Cada trago es una odisea: el picante del chile despierta como el rugido de un oso en batalla, el limón corta como una espada afilada, y el tequila, ese néctar que fluye entre los guerreros al regresar victoriosos, otorga el toque final de audacia.